Foto: jorgalbrtotranseunte.wordpress.com
Hay de capítulos a capítulos y muchos de ellos un tanto desconocidos en la historia oficial. La ciudad de México, por su pasado caótico, alguna vez magnánimo y luego desolador (por la conquista) tiene muchas particularidades anecdóticas. Entre ellas está una encabezada por uno de los personajes más polémicos de la historia: Antonio López de Santa Anna (el mismo que vendió casi la mitad del territorio, del entonces México, a Estados Unidos).
Desde 1845 Estados Unidos había declarado la guerra a México y en un intervalo de varios años se suscitaron decenas de batallas, en una de tantas, y entre las pocas que México ganó, el político y militar Santa Anna llegó a la ciudad de México para celebrar.
Esta fiesta fue inédita: cuentan las anécdotas sobre la ciudad, que el militar ordenó en 1846 llenar las conocidas fuentes caritas, situadas en las 4 esquinas de la parque Alameda Central, de sidra. Algunas otras historias hablan de ponche, para que los habitantes tomaran hasta saciarse, hartarse, o desvanecerse, quizá.
Como una anécdota que describe la excentricidad de este personaje, permeado por los excesos, también se da cuenta en ella de la importancia de la ciudad de México como símbolo de efervescencia sobre lo que sucede en este país.
Imaginar a las miles de personas nadando en el alcohol que consumían (o algo así) y festejando una victoria al ya entonces país más poderoso del mundo, Estados Unidos, genera un sentimiento gracioso y contradictorio, por el escenario que se vendría más adelante.
Desde hoy cuando pases por la Alameda Central, el parque más icónico y viejo de la ciudad, quizá tus ojos se posen en las fuentes de sus 4 esquinas, donde alguna vez se celebró un fugaz triunfo a Estados Unidos, encabezado, además por un personaje cuestionado, entre chorros de soda y gritos alegres.
witter de la autora: @anapauladelatd
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